Las cosas curiosas de las bóvedas de Gringotts nos dejan perplejos.
Luego de una pausa por diversas demandas del cotidiano capitalino en nuestro bendito país, encontré algunos minutos para seguir mostrando lo que pueda causar curiosidad.
Sin más introducciones fastidiosas, encendemos el parlante y seguimos:
Avisos Parroquiales: Se comunica a toda la feligresía y en especial a la diócesis de Ciudad del Este que si no deja de persistir en su cometido y si no revierte su decisión diabólica de obrar en detrimento de los derechos vigentes en la Santa Madre Iglesia, serán expuestos los casos que verdaderamente merecen el inmediato cese de funciones.
Vayamos al este del país, y siguiendo la entrega anterior veamos, en esta entrega particular a: "Los Collar"
Pbro. Walter Collar: Ordenado por el predecesor de Monseñor Steckling, fue a estudiar en la capital Italiana en un seminario internacional, pero no solamente a estudiar fue, sino que encontró también el amor al parecer. Vomitoso pero el amor depravado y pervertido. Fue descubierto una de las habitaciones del seminario en pleno acto propio del lecho nupcial con Dani, y no propiamente "Daniela" sino sin "a". Dani Jativa " el ecuatoriano" sería el nombre del cómplice del mencionado cura en el atentando contra el sexto mandamiento y con persona del mismo sexo. Si bien su lujuria parece de doble filo, dado que al publicar nuestras curiosidades, numerosas han sido las manifestaciones que recibimos acusando al mismo cura de acoso, relatos de algunas mujeres que se han sentido ultrajadas o al menos incómodas con el trato, tacto e insinuaciones por parte del mismo. Mismo y opuesto sexo parece que al cura puede agradar.
Pbro. Ángel Collar: Tras haber roto la cohabitación de un matrimonio, porque el vínculo matrimonial no se rompe sino con la muerte del cónyuge, El padre Ángel, Vicario Pastoral, territorial, parte del alto clero esteño, no se contentó solo en "consolar" a la desdichada Araceli sino que convivió con ella algunos años. Exactamente, estuvo en concubinato, fornicador, adúltero y sacrílego por tratarse de un hombre admitido en el orden presbiteral. Luego de todo esto, volvió a su "ministerio sacerdotal" y ahora ostenta estos altos cargos también sin ser siquiera amonestado.
Ahora, Monseñor Pedro Collar: Si bien este obispo, ordinario de la diócesis de Misiones parece tener un historial íntegro, llenos de asombro hemos visto un material audiovisual de contenido explícito involucrando a vicarios, sacerdotes y seminaristas de esa diócesis TAMBIÉN en abierta falta, trasgresión y atentado contra el sexto mandamiento con personas del mismo sexo, sí personas con s, en plural que no lo hacemos público para evitar el escándalo con daño irreparable en numerosas almas.
No deja de sorprender que estos y muchos otros casos que los lectores nos hacen llegar queden en la más absoluta y descarada impunidad, mientras que a los que nada tienen por ser objeado en su actuar, son perseguidos sin más.
Quizá sea una costumbre en la Iglesia, apañar, proteger, disuadir y "bendecir" la perversidad, como en Alemania, dónde están impartiendo sacramentales a las uniones homosexuales con total libertad sin ni siquiera recibir una objeción por el alto mando jerárquico eclesial.
A las bóvedas nadie quiere entrar, porque estas cosas curiosas en la oscuridad las quieren dejar.
Fdo: Adolfo Canaris