Hay muchas, pero muchas cosas curiosas en las bóvedas de Gringotts.
Pasmados hemos quedado con las evidencias a las que accedimos. Nuestra conciencia nos aturdía con la obligación de hacerlo de público conocimiento por los medios masivos de difusión de toda esta barbarie podrida.
En cambio, nuestra conciencia también es aplacada por la condición con la que nos fue dado a conocer esta parte podrida y pestilente de las bóvedas, uno por uno en ediciones distintas y sin ningún apuro. Conforme a lo acordado, por ese lado, nuestra conciencia queda en deuda (casi) saldada.
Parece que no bastó el primer aviso, entonces nos avisan que avisemos de nuevo. Por lo tanto:
Avisos Parroquiales: Se comunica a toda la feligresía y en especial a la diócesis de Ciudad del Este que sí no deja de persistir en su cometido y si no revierte su decisión diabólica de obrar en detrimento de los derechos vigentes en la Santa Madre Iglesia, serán expuestos los casos que verdaderamente merecen el inmediato cese de funciones.
Qué es lo que esperan por el este para la suspensión de estos seres, tal vez, será que esta historia no tiene final... O tal vez, esperan que la conciencia de este pobre escritor no soporte más y tenga que contar y mostrar, que nuestro primer invitado a las bóvedas, el Pbro. Ángel Collar, luego de arruinar una familia y separar a un hombre de su mujer, celebró el mismo el aniversario de bodas de la mujer en cuestión de nombre A.G junto con su amado esposo I. (Nino) B. Linda ceremonia, fotos de aquí para allá ¿Quién podría dudar de los "inocentes" y sugerentes abrazos del padre Ángel Collar? Si es sólo una "celebración" de aniversario de bodas. Pero no, la fiesta de aniversario se extendía más, en la casa de Nino, en los moteles de la ciudad y por aquí y por allá. Siendo el Vicario General.
Al descubrirse se rajó volando el Ángel Collar humillado y degradado a simple cura mortal, hasta que volvió a ocupar su lugar, recuperó su estatus. Flamante Vicario Pastoral y no sólo eso, Vicario Territorial para Canindeyú. Su estatus, no es lo único que recuperó, porque se ven aún los tórtolos pecadores enamorados por acá, viene de vez en cuando de paseo casual. San Lorenzo la ciudad del mal. Ángel Collar y la mujer por acá y Nino por allá.
¿Quién nombra para cargos tan importantes a alguien así? Monseñor Guillermo Steckling. Debería cesar en sus funciones a él y no a Jorge Miguel, a él y a otros muchos más que razones suficientes hay, y si no encuentra las razones nosotros lo vamos a mostrar. El padre Martínez, por lo que parece no lleva conducta incorrecta, como lo haces estos poderosos respaldados por este infeliz.
Pero dejemos a Ángel y Angelina porque hasta sus nombres combinan.
No queremos llegar a causar más escándalo, pero debemos seguir. Y parece que saltando el orden de nuestra infame lista, hablaremos sin más en la siguiente entrada de nada más y nada menos que el administrador parroquial recientemente nombrado por Steckling en remplazo del padre Martínez. Pbro. Walter Alexis Collar quien según nuestra investigación ha tenido una aventura, también amorosa en Roma.
Spoiler: Tenemos nombre, lugares y fechas "especiales" de una aventura abominable, con un amigo, sí es vomitivo, pero es amigo con O y no con A.
También veremos desfilar en estas bóvedas al Pbro. Recalde y su peluquín junior, a Ernesto y Roberto Zacarías con su afán de apropiarse de todo, sus aventuras y desventuras y muchas, pero muchas cosas más curiosas, pero todo bajo el mando, gobierno, consentimiento y pleno respaldo de Mons. Guillermo Steckling.
Porque hay muchas, pero muchas cosas curiosas más en las bóvedas de Gringotts.
Fdo: Adolfo Canaris